El kratom ha sido utilizado tradicionalmente por comunidades en el sudeste asiático para aliviar el dolor, mejorar la energía, reducir la ansiedad y como ayuda para superar la adicción a los opiáceos.
En Occidente, algunas personas lo consumen para aliviar el dolor crónico, la ansiedad, la depresión o para potenciar la energía y la concentración. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU.) no ha aprobado el kratom para uso médico, y su seguridad y eficacia no han sido completamente estudiadas.