Todos buscamos aprovechar al máximo nuestras preciadas plantas de marihuana para obtener cogollos más grandes y de calidad. Para obtenerlos debemos empezar con plantas de cannabis saludables, y para eso debemos nutrirlas correctamente, no solo durante la fase de floración sino a lo largo de su ciclo de vida.
Los ingredientes activos de la marihuana se desarrollan en distintas fases, lo que explica las diferentes necesidades nutricionales en cada fase para crear los mejores cogollos. Uno de los factores más importantes a la hora de cultivar marihuana es el abonado, por eso debes saber cómo abonar plantas de marihuana de la manera más sencilla.
¿Qué es abonar?
Fertilizamos o abonamos las plantas de marihuana para aportarle nutrientes y darle una alimentación adecuada para llevar a cabo cada fase con resultados óptimos. Las plantas de marihuana, como la mayoría de plantas, absorben los nutrientes a través de las raíces, pero también a través de la cutícula y las estomas de las hojas. Por eso existen tres maneras de abonar plantas de marihuana:
- Abonos o aditivos líquidos mezclados en el agua de riego
- Abonos o aditivios pulverizados mezclados en el sustrato
- Una mezcla de abonos o aditivos líquidos disueltos en agua pulverizando las hojas
Para los cultivos exteriores se suele agregar el abono o aditivos pulverizados al suelo cuando se trasplanta al aire libre. Así obtiene la mayoría de los nutrientes para el ciclo de vida. Por otro lado los cultivos interiores suelen utilizar abono o aditivos líquidos para mezclar con agua antes de regar las plantas. El uso de los líquidos suele llevar más tiempo, y normalmente mezclarlos en agua una o dos veces por semana.
Sigue leyendo para conocer más sobre abonar plantas de marihuana.
¿Qué nutrientes necesita la planta de marihuana?
Para abonar plantas de marihuana debemos asegurarnos de proveerle lo que necesita para su óptimo desarrollo durante todo el ciclo. Los macronutrientes o nutrientes principales como:
- Nitrógeno (N): ayuda a las plantas a producir nuevas proteínas y clorofila, sin embargo demasiado nitrógeno podría hacer que la planta de cannabis produzca tallos y hojas en lugar de flores.
- Fósforo (P): ayuda a la planta a mover la energía de una parte a otra, lo que significa que producirá semillas más grandes, raíces más fuertes y cogollos más grandes.
- Potasio (K): hace que la planta sea más fuerte y resistente para soportar enfermedades o dificultades.
Estos elementos deben aplicarse en cantidades adecuadas (ratio N-P-K) según la necesidad de la planta, y esto depende de la fase en que se encuentre. Además, tendrás que abonar más o menos cantidad según otros factores como el estrato del sustrato, el tamaño del macetero, las condiciones de sistema radicular o las condiciones medioambientales.
Las fases de crecimiento de una planta de marihuana
Antes de saber cómo abonar plantas de marihuana, debemos saber qué nutrientes darle a las plantas de marihuana durante las etapas de crecimiento, pero primero veamos cuáles son esas fases.
- Germinación: luego de que las semillas se exponen a la luz y al agua, empiezan a brotar. Primero sacan una raíz, luego un tallo con un par de hojas. Entre tres y siete días después se convertirá en una plántula o planta de semillero.
- Plántula: es una «planta bebé» con un sistema de raíces propio, un tallo corto y un par de hojas. Este sistema es lo suficientemente estable como para empezar a sostener la planta en posición vertical en las siguientes 3-6 semanas dependiendo de la cariedad y las condiciones de crecimiento.
- Vegetativa: esta es la etapa de crecimiento rápido en la que la planta desarrolla su sistema de raíces y saca hojas en esa forma distintiva. En esta fase podría crecer hasta dos pulgadas por día. Puede durar hasta dos meses y se puede controlar con exposición a la luz.
- Floración: estas 6-10 semanas son la etapa final de la planta, donde los cogollos crecen, maduran y producen esa resina pegajosa. Será de las partes más importantes de la maduración ya que la resina tiene la mayor concentración de THC.
Abonos y aditivos para la planta de marihuana
La mayoría de los nutrientes que necesitan las plantas pueden clasificarse según su procedencia y su uso, que nos indica si serán absorbidos con facilidad por las plantas. Las plantas dependen de microorganismos para descomponer la materia orgánica y que sea fácilmente absorbible por las raíces.
Para abonar plantas de marihuana debes saber que suelen absorber más rápido los abonos minerales en comparación con los abonos orgánicos. Los abonos orgánicos líquidos suelen estar mezclados en tanques con bacterias beneficiosas y oxígeno para descomponer los productos orgánicos.
Según su procedencia
- Fertilizantes y aditivos orgánicos / biológicos: suelen contener elementos de fuentes naturales como vegetales y algas, por lo que aportan una mayor variedad de nutrientes y compuestos, lo que se traduce en olores y sabores más intensos en cada cepa. Estos se absorben mucho más lento que los minerales, lo que los hace fáciles de utilizar y evitar una sobrefertilización. Además, hace que el lavado de raíces sea más fácil, y son respetuosos con el medio ambiente.
- Fertilizantes y aditivos minerales / químicos: estos no parten de elementos naturales, sin embargo las plantas los asimilan más rápido que los nutrientes orgánicos. Son muy rápidos en absorberse, por lo que muestra avances más rápidos y producciones más altas, sin embargo se hace más fácil sobrefertilizar la planta. Se debe ser más meticuloso en la frecuencia y dosificación, por lo que se recomienda observar el aspecto de las plantas para evitar bloqueos de raíces y utilizar enzimas durante el cultivo, y limpiadores al final de la floración.
- Fertilizantes y aditivos bio-minerales / orgánico-minerales: suelen estar compuestos por una base orgánica y nutrientes minerales, lo que los hace fácilmente absorbibles. Son más fáciles de utilizar que los minerales y permite que después de un lavado de raíces se obtenga una cosecha con sabores y aromas intensos.
Según su función
- Estimulantes de raíces: son abonos con altos contenidos de fito-hormonas que actúan como señales químicas que le indican a las células en qué especializarse, favoreciendo y acelerando el crecimiento del sistema de raíces. Es recomendable utilizarlo desde que se plantan las semillas germinadas o esquejes (clones) en las primeras semanas de crecimiento y cada vez que trasplantes.
- Abonos de crecimiento: en la fase de crecimiento se necesita nitrógeno, fósforo y potasio (NPK). Los abonos de crecimiento contienen nitrógeno en mayor proporción que fósforo y potasio. El nitrógeno es el elemento que más necesitan las plantas para crear nuevos tallos, brotes, hojas y aumentar los niveles de clorofila para mejorar el aspecto general de la planta.
- Abonos de floración: en la fase de floración las plantas dirigen su energía a crear nuevos cogollos y cannabinoides (THC, CBD, CBN, CBG), por lo que aumenta la demanda de fósforo y potasio y disminuye la demanda de nitrógeno. La planta ya no se dedicará a crear nuevas hojas o tallos. En este proceso se evidencia un exceso de nitrógeno o magnesio, por lo que las plantas tendrán un nivel de clorofila demasiado alto y dificulta el lavado de raíces. Este abono se debe utilizar a partir de los 10-15 días del cambio de fotoperiodo y una vez se empiecen a ver agrupaciones de pistilos por toda la planta.
- Estimulantes, boosters o aceleradores de metabolismo: las plantas de marihuana absorben los nutrientes principalemente por las raíces y los transforman según el uso que le dan, cubriendo así cada necesidad. Los estimulantes se componen de sustancias húmicas y fúlvicas que facilitan la absorción y el transporte de nutrientes por las células de las plantas. En la fase de crecimiento se recomienda utilizar el estimulante, un acelerador de metabolismo para darle una energía extra y mayor crecimiento. Este suele utilizarle desde el inicio del cultivo hasta el cambio de floración o la segunda semana de floración.
- PK o engordadores de cogollos: las plantas de marihuana necesitan grandes cantidades de fósforo y potasio durante la floración, especialmente a partir de la semana 3 o 4 de la fase para crear nuevas flores. Además de utilizar un fertilizante de floración, si se le agrega fósforo y potasio aumentamos la producción y el peso de los cogollos. Sin embargo debemos ser cuidadosos, ya que si nos excedemos podríamos bloquear las raíces y crear carecias de otros nutrientes.
- Enzimas: son compuestos que favorecen reacciones bioquímicas específicas y ayudan a descomponer la materia orgánica o sales indeseadas, ayudando a mantener el equilibrio en el sustrato y mejorando la absorción de nutrientes. Se recomienda su uso durante todo el cultivo, especialmente durante la floración y en cultivos con altas nutriciones o que utilizan agua del grifo. Solemos recomendar utlizar agua filtrada o con baja concentración de sales, lee más aquí.
- Limpiadores: el lavado de raíces se simplifica cuando utilizamos una nutrición orgánica, luego se baja el tono de color de las plantas y hacemos que metabolicen los nutrientes. Es recomendable utilizarlos 10 días antes de la cosecha para drenar por la parte ingerior de la maceta todas las sales contenidas en el sustrato y las raíces actuando como catalizadores.
Escoge los nutrientes
Debes adaptar los abonos que utilizarás a tu presupuesto, sin embargo es importante invertir en abonos de calidad. Si quieres obtener una producción con aromas originales, más intensos y más diversos deberías apostar por abonos orgánicos. Por otro lado, si buscas una nutrición económica que ofrezca una producción alta y no te interesa perder un poco el sabor y aroman de tu cepa, puedes optar por los abonos minerales. Si buscas algo en un nivel intermedio entre los dos puedes utilizar abonos bio-minerales para darle ambos tipos de nutrición.
Ten en cuenta que el medio de cultivo que escojas, ya que no es igual un sustrato de coco que un cultivo en tierra o uno hidropónico
Pasos a paso para abonar plantas de marihuana
Para saber cuándo abonar nuestras plantas debemos adaptarnos a las circunstancias del cultivo, y dependerá del tipo de sustrato, el volumen de la maceta, condiciones medioambientales y las condiciones en que se encuentren las plantas.
El truco está en abonar a baja dosificación múltiples veces, no una alta dosificación una sola vez. Con esto queremos decir que debemos usar menos cantidad de abono en el riego, pero más a menudo.
- Abonar durante el enraizado: una vez germinamos y plantamos la semilla, lo ideal es utilizar el estimulante de raíces durante las primeras 2-3 semanas de crecimientos, y en cada trasplante. Con los estimulantes de raíces aportamos fito-hormonas y nutrientes que mejoran el desarrollo de la planta en su momento más vulnerable.
Al adicionar fertilizantes de crecimiento debes tener en cuenta el sustrato, si utilizas uno inerte como de coco deberás usar el abono de crecimiento desde el inicio del cultivo. Pero si utilizas tierra abonada deberás informarte de la cantidad de abono contenida para empezar a abonar, además de observar el crecimiento de tus plantas constantemente.
En esta fase es recomendable usar 1/3 de la dosificación del abono de crecimiento que indique le fabricante. Luego aumentamos durante las 2 primeras semanas hasta llegar a la dosificación indicada.
2. Abonar durante el crecimiento: en esta fase las plantas se encargan de crear nuevas raíces, además de los tallos y las hojas. Es por eso que el nitrógeno es el elemento más demandado en esta fase. La carencia de este nutriente es la más frecuente durante la fase de crecimiento, y suele evidenciarse como una pérdida de color verde en su aspecto.
A menos que el fabricante indique que se debe abonar a diario, es recomendable empezar a abonar con la dosificación mínima que te indique el fabricante, idealmente una vez por semana. Si la planta necesita más lo verás en su color disminuyendo de verde a amarillo. Puedes aumentar la frecuencia de abonado pero no excederte de la dosificación que indique el fabricante.
Es una buena señal que las plantas crezcan rápido, pero esto también significa que están absorbiendo todos los nutrientes, por lo que tendrás que reponerlos, siempre teniendo en cuenta el aspecto de la planta para no sobrefertilizarla. Si notas que su verde es demasiado oscuro, o muestra tonos amarillos en las puntas o que se arruguen, significa que te has excedido con el abonado. Recurda que si llega a este punto, debes lavar las raíces antes de volver a abonar.
3. Abonar durante la floración: esta fase suele ser la más complicada a la hora de abonar, ya que si se cometen errores van a repercutir en el resultado final de la cosecha. Estos errores suelen ser utilizar poco abono o excedernos en abono de floración. Durante esta fase puede ser difícil identificar las carencias; el nutriente podría estar en el sustrato pero la planta no lo absorbe por un pH o EC incorrecto, por lo que se recomienda utilizar enzimas una vez a la semana para mantener el sustrato equilibrado.
Durante la floración las plantas suelen consumir más fósforo y potasio, y menos nitrógeno. A partir de la segunda semana después del cambio de fotoperiodo puedes empezar a usar tu abono de floración según la dosificación mínima que te indique el fabricante. Recuerda ir aumentando poco a poco la proporción hasta la fase de maduración, cuando dejamos de abonar y realizamos el lavado de raíces.
Aquí puedes recurrir a los estimulantes de floración o engordadores de cogollo dependiendo de las necesidades que evidencies en tu planta.
4. Abono durante la maduración de los cogollos: en las últimas semanas de la floración (7-10 días antes de cosechar) ya se ha dejado de abonar para asgurar que los cogollos tienen cantidades mínimas de nutrientes, así la marihuana tendrá mejor sabor y aroma. Como en estas últimas semanas los cogollos engordan muy poco, significa que están madurando, por eso no se abonan.
Si notas que te has excedido con el abono será difícil bajar la intesidad del color de las plantas y lograr que metabolicen el abono, por eso recomendamos realizar un lavado de raíces 7-10 días antes de la cosecha con limpiadores.
Los últimos días deberías regar con poca cantidad de agua y realizar pequeños períodos de sequía y humedad para que madure su resina.
Conclusión
Como has visto, abonar plantas de marihuana es una práctica distinta al riego; regar se trata de hidratar o aportar agua a las plantas, y abonar es aportar nutrientes a las plantas. Recuerda que es mucho más sencillo tratar una carencia que un exceso, por lo que debemos ser precavidos con la dosificación y frecuencia del abonado.
¿Te ha funcionado? Cuéntanos tu experiencia con las técnicas para abonar plantas de marihuana en los comentarios
